Pestos hay muchos, pero uno de los más conocidos es el pesto genovés, cuyo ingrediente estrella es la albahaca. Es una salsa muy sabrosa y aromática, que no podéis dejar de probar.
INGREDIENTES PARA 2 PERSONAS
160 gr de pasta
50 gr de hojas de albahaca fresca
40 gr de queso parmesano
20 gr de queso curado de oveja
30 gr de piñones crudos y sin sal
1 diente de ajo
4 cucharadas de aceite de oliva
4 cucharadas de agua de cocción de la pasta
¿CÓMO SE HACE?
La verdad es que se trata de una receta que no requiere ninguna habilidad, está a la portada de cualquiera que quiera disfrutar de ella y probar la diferencia entre un buen pesto casero y uno industrial.
La receta tradicional recomienda el uso del mortero, pero para no complicarnos podemos usar una batidora o una picadora. A mi personalmente me encanta que la salsa quede grumosa, por ello uso la picadora. Pero los que prefieren una textura homogénea, pueden usar la batidora.
Unimos todos los ingredientes y batimos/picamos. Cocemos la pasta al dente en abundante agua no muy salada y al escurrirla aprovechamos un poco de agua de cocción. La añadimos a nuestro pesto genovés para que quede más cremoso y enseguida lo echamos a la pasta. Removemos todo bien y servimos caliente.
El pesto casero, al no llevar conservantes ni colorantes artificiales, después de unos minutos se oscurece ligeramente. Sigue siendo igual de bueno, pero si queréis llevarlo a la mesa con su color verde brillante, mejor hacerlo justo antes de escurrir la pasta. ¡Buon appetito!
QUEDA MEJOR SI… el aceite de oliva virgen extra es de excelente calidad.